miércoles, 2 de diciembre de 2015

Movilidad Urbana en la Ciudad de México



Movilidad Urbana en la Ciudad de México

  • Por Helena Zoé Carreón García


Introducción

Las ciudades mexicanas, como la mayoría de las ciudades del mundo, originalmente se desarrollaron para maximizar la accesibilidad. Eran comunidades pequeñas con usos de suelo mixto, donde caminar y andar en bicicleta eran los principales modos de transporte. Sin embargo, entre 1950 y 2000 las ciudades mexicanas se dispersaron y se volvieron dependientes del automóvil. Como resultado, sufren cada vez más por congestión vehicular, accidentes, contaminación y ruido; mientras que las condiciones peatonales y ciclistas, así como la calidad del transporte público han decaído significativamente. Estas tendencias erosionan la calidad de vida de los habitantes de las áreas metropolitanas.

Causas

En las ciudades se concentra el 77.8% de la población nacional (INEGI, 2010) y se estima que para 2020 México tendrá al menos 49 municipios con más de 500,000 habitantes (CAM-SAM. SEDESOL, 1999). Para mediados de siglo contará con 20 ciudades de más de un millón de habitantes (ONU-HABITAT, 2011).

El crecimiento de las  zonas urbanas en nuestra ciudad se ha dado de una forma dispersa y expansiva, distorsionando el espacio urbano y aumentando las distancias y tiempos de traslado. Un claro ejemplo de esto es la ciudad de México.
En los últimos 30 años el área de las ciudades, se ha expandido 7.6 veces de 1980 a 2010, mientras que la población solo ha incrementado 1.9 veces, significando una disminución de la densidad de la población del 75%.

Al mismo tiempo el modelo de movilidad que ha ido de la mano con este crecimiento es insostenible. Durante las dos últimas décadas ha habido en México una tendencia alarmante en el incremento del uso del automóvil: el aumento en los vehículos registrados de 6.5 millones en 1990 a 20.8 en 2010 ha ido de la mano de los kilómetros- vehículo recorridos (KVR) que se han triplicado al pasar de 106 millones en 1990 a 339 millones en 2010, a una tasa de crecimiento increíble de 5.3% anual.


Estos problemas de transporte, que no paran de empeorar, son un síntoma de políticas desbalanceadas que favorecen al automóvil, en lugar de promocionar la caminata, viaje en bicicleta, así como una mejora de las instalaciones y seguridad del transporte público, considerando el papel que estos modos juegan en un sistema de movilidad eficiente y equitativa.



El transporte ineficiente tiene su origen en un paradigma que, orientado a mantener y mejorar el flujo vehicular, ha destinado gran parte del gasto y la inversión pública a aumentar indiscriminadamente la infraestructura vehicular: nuevas vías, distribuidores viales, pasos a desnivel, estacionamientos. Estas “soluciones”, fundadas en la falta de información detallada sobre la intensidad del uso del automóvil, han impedido valorar de forma precisa sus costos asociados y dimensionar la problemática de la movilidad urbana, promoviendo con ello el círculo vicioso: 

Más viajes en automóvil = más congestión vehicular = mayor consumo energético = más contaminación.

La planeación de transporte actual tiende a evaluar el desempeño del sistema de transporte basándose en las velocidades del tráfico vehicular y las demoras por congestión, usando indicadores como el nivel de servicio de las avenidas y los costos monetizados de la congestión. Esto incentiva a que las ciudades inviertan sus recursos (tanto monetarios como de espacio) en la expansión de vías, a expensas de otros tipos de mejoras de transporte. Esta situación es injusta e ineficiente: no favorece a la mayoría de la población que depende de modos alternativos y provoca un uso excesivo del automóvil.

Consecuencias

Un aumento de todos los impactos negativos generados por el automóvil, sobre todo en seis grandes rubros:
  • ·        Gases de efecto invernadero
  • ·        Contaminación
  • ·        Obesidad
  • ·        Accidentes
  • ·        Congestión
  • ·        Ruido.

México pierde anualmente 14,000 vidas por contaminación atmosférica, 24,000 muertes, 40 mil discapacitados y 750 mil heridos anuales por accidentes de tránsito y un número todavía poco documentado por falta de actividad física (enfermedades cardiovasculares y diabetes), también el 80% de la contaminación auditiva es causada por el automóvil.


Problemática de movilidad

La movilidad ocupa un papel central en la sociedad, en tanto que permite la comunicación, la actividad económica e integra los espacios y las actividades; es una necesidad de todas las personas para poder acceder a los bienes y servicios básicos que hacen posible una vida digna.
Es un derecho humano, por lo tanto es obligación del Estado. Esta debe cumplir con ciertas obligaciones como disponibilidad, accesibilidad y calidad. Haciendo un análisis de estas obligaciones, podemos concluir en qué modelo de transporte necesitamos. El cumplimiento de estas garantizaría la equidad en el acceso, la eficiencia en la disponibilidad, la sustentabilidad y la calidad en la infraestructura y la operación. El cambio modal de viajes para reducir el uso del automóvil y ampliar los viajes a pie, en bicicleta y en transporte público es clave para reducir accidentes, niveles de obesidad, KVRs (Indicador Kilómetros-Vehículo Recorridos) y por lo tanto emisiones contaminantes y de efecto invernadero. Aumentar la conectividad, la densidad y la ciudad compacta con usos del suelo mixtos reduce también KVRs y favorece el cambio modal. Estas estrategias aseguran el cumplimiento de los componentes del derecho a la movilidad.

Alternativas- Planeación Urbana

Para mejorar la calidad de vida en las áreas metropolitanas, se necesitan soluciones que ayuden a resolver múltiples problemas y aumenten la eficiencia del sistema de transporte. Por ejemplo, un sistema de transporte eficiente debe escoger estrategias de reducción de congestión que también ayuden a reducir problemas de estacionamiento, que permitan ahorrar dinero a los consumidores, aumentar la seguridad y mejorar las opciones de movilidad para los no conductores. Estas estrategias son llamadas gestión de la demanda de transporte, que busca cambiar las decisiones de viaje para crear sistemas de transporte más eficientes y diversos.
  • El ‘’Hoy No Circula’’ no ha mostrado ser efectivo, y ahora con la calcomanía ‘’cero’’, se ha deshecho esta mejora. Una propuesta que si limite el uso sería una opción.
  • Restringir el número de autos por familias. Algunas familias tienen auto para cada uno de los miembros, 4 por cada una, los cuales no tienen espacio ni para guardarlos.
  • La aplicación de un examen para adquirir la licencia de conducir también restringiría el uso del automóvil e impondría un mejor uso de este.


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Fuentes:

Movilidad Urbana 
Alternativas para reducir el uso de auto
ITDP



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