Movilidad
Urbana en la Ciudad de México
- Por Helena Zoé Carreón García
Introducción
Las ciudades mexicanas, como la mayoría de las ciudades del
mundo, originalmente se desarrollaron para maximizar la accesibilidad. Eran
comunidades pequeñas con usos de suelo mixto, donde caminar y andar en
bicicleta eran los principales modos de transporte. Sin embargo, entre 1950 y
2000 las ciudades mexicanas se dispersaron y se volvieron dependientes del
automóvil. Como resultado, sufren cada vez más por congestión vehicular,
accidentes, contaminación y ruido; mientras que las condiciones peatonales y
ciclistas, así como la calidad del transporte público han decaído
significativamente. Estas tendencias erosionan la calidad de vida de los
habitantes de las áreas metropolitanas.
Causas
En las
ciudades se concentra el 77.8% de la población nacional (INEGI, 2010) y se
estima que para 2020 México tendrá al menos 49 municipios con más de 500,000
habitantes (CAM-SAM. SEDESOL, 1999). Para mediados de siglo contará con 20
ciudades de más de un millón de habitantes (ONU-HABITAT, 2011).
El
crecimiento de las zonas urbanas en
nuestra ciudad se ha dado de una forma dispersa y expansiva, distorsionando el
espacio urbano y aumentando las distancias y tiempos de traslado. Un claro
ejemplo de esto es la ciudad de México.
En los
últimos 30 años el área de las ciudades, se ha expandido 7.6 veces de 1980 a
2010, mientras que la población solo ha incrementado 1.9 veces, significando
una disminución de la densidad de la población del 75%.
Al mismo
tiempo el modelo de movilidad que ha ido de la mano con este crecimiento es
insostenible. Durante las dos últimas décadas ha habido en México una tendencia
alarmante en el incremento del uso del automóvil: el aumento en los vehículos
registrados de 6.5 millones en 1990 a 20.8 en 2010 ha ido de la mano de los
kilómetros- vehículo recorridos (KVR) que se han triplicado al pasar de 106
millones en 1990 a 339 millones en 2010, a una tasa de crecimiento increíble de
5.3% anual.
Estos
problemas de transporte, que no paran de empeorar, son un síntoma de políticas
desbalanceadas que favorecen al automóvil, en lugar de promocionar la caminata,
viaje en bicicleta, así como una mejora de las instalaciones y seguridad del
transporte público, considerando el papel que estos modos juegan en un sistema
de movilidad eficiente y equitativa.
El
transporte ineficiente tiene su origen en un paradigma que, orientado a
mantener y mejorar el flujo vehicular, ha destinado gran parte del gasto y la
inversión pública a aumentar indiscriminadamente la infraestructura vehicular:
nuevas vías, distribuidores viales, pasos a desnivel, estacionamientos. Estas
“soluciones”, fundadas en la falta de información detallada sobre la intensidad
del uso del automóvil, han impedido valorar de forma precisa sus costos
asociados y dimensionar la problemática de la movilidad urbana, promoviendo con
ello el círculo vicioso:
Más viajes en automóvil = más congestión vehicular =
mayor consumo energético = más contaminación.
La
planeación de transporte actual tiende a evaluar el desempeño del sistema de
transporte basándose en las velocidades del tráfico vehicular y las demoras por
congestión, usando indicadores como el nivel de servicio de las avenidas y los
costos monetizados de la congestión. Esto incentiva a que las ciudades
inviertan sus recursos (tanto monetarios como de espacio) en la expansión de
vías, a expensas de otros tipos de mejoras de transporte. Esta situación es
injusta e ineficiente: no favorece a la mayoría de la población que depende de
modos alternativos y provoca un uso excesivo del automóvil.
Consecuencias
Un aumento
de todos los impactos negativos generados por el automóvil, sobre todo en seis
grandes rubros:
- · Gases de efecto invernadero
- · Contaminación
- · Obesidad
- · Accidentes
- · Congestión
- · Ruido.
México
pierde anualmente 14,000 vidas por contaminación atmosférica, 24,000 muertes,
40 mil discapacitados y 750 mil heridos anuales por accidentes de tránsito y un
número todavía poco documentado por falta de actividad física (enfermedades
cardiovasculares y diabetes), también el 80% de la contaminación auditiva es
causada por el automóvil.
Problemática de movilidad
La movilidad ocupa un papel central en la sociedad, en tanto
que permite la comunicación, la actividad económica e integra los espacios y
las actividades; es una necesidad de todas las personas para poder acceder a
los bienes y servicios básicos que hacen posible una vida digna.
Es un derecho humano, por lo tanto es obligación del Estado.
Esta debe cumplir con ciertas obligaciones como disponibilidad, accesibilidad y
calidad. Haciendo un análisis de estas obligaciones, podemos concluir en qué
modelo de transporte necesitamos. El cumplimiento de estas garantizaría la
equidad en el acceso, la eficiencia en la disponibilidad, la sustentabilidad y
la calidad en la infraestructura y la operación. El cambio modal de viajes para
reducir el uso del automóvil y ampliar los viajes a pie, en bicicleta y en
transporte público es clave para reducir accidentes, niveles de obesidad, KVRs
(Indicador Kilómetros-Vehículo Recorridos) y por lo tanto emisiones
contaminantes y de efecto invernadero. Aumentar la conectividad, la densidad y
la ciudad compacta con usos del suelo mixtos reduce también KVRs y favorece el
cambio modal. Estas estrategias aseguran el cumplimiento de los componentes del
derecho a la movilidad.
Alternativas- Planeación Urbana
Para mejorar
la calidad de vida en las áreas metropolitanas, se necesitan soluciones que ayuden
a resolver múltiples problemas y aumenten la eficiencia del sistema de
transporte. Por ejemplo, un sistema de transporte eficiente debe escoger
estrategias de reducción de congestión que también ayuden a reducir problemas
de estacionamiento, que permitan ahorrar dinero a los consumidores, aumentar la
seguridad y mejorar las opciones de movilidad para los no conductores. Estas
estrategias son llamadas gestión de la demanda de transporte, que busca cambiar
las decisiones de viaje para crear sistemas de transporte más eficientes y
diversos.
- El ‘’Hoy No Circula’’ no ha mostrado ser efectivo, y ahora con la calcomanía ‘’cero’’, se ha deshecho esta mejora. Una propuesta que si limite el uso sería una opción.
- Restringir el número de autos por familias. Algunas familias tienen auto para cada uno de los miembros, 4 por cada una, los cuales no tienen espacio ni para guardarlos.
- La aplicación de un examen para adquirir la licencia de conducir también restringiría el uso del automóvil e impondría un mejor uso de este.
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Fuentes:
Movilidad Urbana
Alternativas para reducir el uso de auto
ITDP
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